lunes, 9 de julio de 2012

Amor con transparencia



Susan Rodríguez Villalobos

Hace 2.3 años, una de las aventuras más grandes de mi vida comenzó….hoy, esa historia ha terminado. La vida llena de sorpresas e ilusiones terminó y actualmente sólo me doy cuenta de que parte de todo lo que dijiste fue una mentira..

Sí, yo tenía un novio que terminó conmigo porque mis padres no me dejaban salir tanto como él quería y porque no nos veamos siempre, pero nunca se puso en mi posición para entenderme.

Posterior a la ruptura, el dolor se hizo evidente, la soledad, el intento de superación y afrontarse a la realidad; no había pasado una semana cuando una imagen en mi muro de una red social llamó mi atención, era una viñeta de esas que ahora se han hecho famosas y en ella vi algo que me sorprendió.

La imagen pedía un abrazo que durara para siempre y él, mi exnovio aceptaba amorosamente abrazar a la chica eternamente. Al día siguiente, luego de una frustración extrema, una serie de fotos llamaron mi atención, no es que yo espíe su red social, pero las publicaciones de él, se postean en mi muro.

9 fotos, abrazados, dándose besos en las mejillas y haciendo moción a lo lindo que se la pasa juntos, así como la mutua atracción entre ambos. Sin duda, esta ha sido mi mayor etapa de crisis.

Para qué profesar tanto amor y decir tantas mentiras si al final, en tan solo 8 días se olvidan de alguien…yo sabía que este momento iba a llegar, pero no tan pronto.

Y hoy tan solo un día después me doy cuenta de que estaré mejor sin ti y aunque me duela mucho, yo soy fuerte y sobreviviré, viviré con amor con transparencia, un amor que sea sincero y que me valore por realmente lo que soy.

Yo, seré feliz y me mantendré fuerte…stay strong :)

lunes, 28 de mayo de 2012

Vientos de gloria


Desde que se nace, las personas tienen un fin común principal y es llegar a ser felices; pero hasta dónde esta felicidad está de la mano con otra persona.

La felicidad es pareja es bastante gratificante, pero existen ciertos momentos en la vida en que todo ser humano requiere tener sus vientos de gloria y lograr correr libremente por la pradera sin ninguna preocupación.
No me refiero a que tener a alguien al lado sea malo, sino que siempre debe existir un balance en que ambas partes se sientan bien, porque no hay nada más sofocante que una relación controlada por los celos, la traición o la rutina.

Cada persona debe encontrarse a sí misma para luego poder amar a alguien más, pero ¿qué pasa si estando con alguien, se deja de amar la persona interna? Este es un problema que abordan muchas relaciones y una solución considerable se encuentra en que se debe amar y encontrar cada persona para luego poder amar a la pareja.

Los vientos de gloria y libertad se apoderan de todos aquellos que se sienten insatisfechos con sus relaciones, por eso, cada quien debe encontrar el momento en que se pueda salvar una relación o dejarla ir como una hoja que se la lleva la brisa.

Susan Rodríguez.

lunes, 9 de abril de 2012

Sexo sin amor

Susan Rodríguez Villalobos.

El amor es uno de los sentimientos más puros que existen; posiblemente el más difícil de entender. Amar a una persona conlleva un compromiso que pocos son capaces de aceptar y seguir al pie de la letra. ¿Será que en Costa Rica el amor se queda en palabras y no en acciones?

La infidelidad se ha convertido en el estilo de vida asumido por la mayoría de las parejas costarricenses. Según estudios sólo 3% de los hombres han sido leales a su pareja antes de los 40 años.

La monogamia, es aquella en que las relaciones de todo tipo, se comparten sólo con la pareja a quien se dice “amar”; cuando el vínculo amoroso entre dos personas se rompe o se expone, es cuando se da paso a una infidelidad.

La principal causa radica en que una o ambas partes, se encuentran disconformes con la relación; problemas de tipo sentimental e inclusive de eyaculación precoz atentan contra el interés de la mujer. 7 de cada 10 chicas engañan a sus maridos, porque no se sienten amadas, deseadas y respetadas.

Según un estudio alemán, realizado a 2.600 hombres y mujeres, el 90% de los varones encuestados afirmó que son infieles porque no están contentos con sus relaciones sexuales de pareja.
La investigación también reveló que la infidelidad, sólo por una noche, es un mito, pues solo el 12% de las mujeres y el 15% de los varones aseguran haberlo sido por una vez.

La mayoría de las alevosías son de tipo sexual, por lo que generan una marca sicológica en los afectados. En el caso femenino, la carga pudorosa y de vergüenza la lleva a sentirse mal porque es la “mala” y que hizo sufrir a su “pobre pareja”. En el caso masculino, la infidelidad tiene todos los derechos y
permisos sociales para cometer el acto, debido a que aún vivimos en una sociedad machista.

Lo verdadero del caso, es que con una infidelidad siempre se trata de llenar el vacío de la pareja, las relaciones sexuales producto de un engaño fortuito, suelen ser poco gratificantes. Las mujeres no obtienen un orgasmo y la mitad de los varones no consiguen una erección.

Una pareja en época de crisis se puede recuperar, es necesaria una buena comunicación y cambiar la rutina, dejar puntos claros y evitar la monotonía, hasta donde sea posible recuperar la relación; pero hay que tener los pies sobre la tierra y reconocer el momento en que “lejos se está mejor”.

sábado, 7 de abril de 2012

¿¿¿AMORES PROHIBIDOS???

Verónica Sojo

El amor prohibido ha dado lugar a todo tipo de historias desde románticas hasta trágicas, todos conocemos a Romeo y Julieta la inmortal obra de William Shackespeare en la que se produce la muerte de los protagonistas por no poder vivir su amor.

En esos tiempos los amores prohibidos eran verdaderas barreras entre los enamorados, sin que hubiese la menor posibilidad de que ese amor pudiese triunfar sobre los obstáculos.

Hoy día cuando se habla de un amor prohibido cabe preguntarse si en las sociedades occidentales del siglo XXI puede haber alguna clase de prohibición tan fuerte que impida a dos personas estar juntas si lo desean.
Puede haber amores semi prohidos entre adolescentes cuyos padres ponen objeciones al relacionamiento amoroso debido a la corta edad, a la mala fama de la otra parte, al temor de un embarazo precoz, etc.
Los jóvenes tienen muchos recursos que les permiten comunicarse cada vez que lo desean, gracias a que los medios electrónicos tienen todas las herramientas que los enamorados necesitan, pueden estar en contacto el día entero si así lo quieren.

Lo que causa dolor en estos casos es la falta de aceptación familiar a esa relación que anhelan vivir libremente, pero siempre existe la esperanza que en un futuro cercano haya un cambio de opiniones o el amor triunfe sobre todos los impedimentos.

Excepto en estas y en algunas pocas circunstancias especiales, no existe el amor prohibido como tal.
Suele colocarse este rótulo a las relaciones entre dos personas, en las cuales una o ambas tienen compromisos sentimentales con otros, están en pareja o directamente casados.

El hecho de llamarlo amor prohibido le da a los amantes, ese toque de emoción, de cosa oculta, robada, riesgosa que hace que la adrenalina fluya al considerar cada encuentro como una aventura peligrosa. Convengamos que no hay nada más tentador que lo que se considera prohíbo, eso le da la salsa y la pimienta a cualquier tipo de relación, lo que cabe preguntarse es cuál es la prohibición.

Es frecuente escuchar que alguien vive un amor oculto, con alguien que no es su pareja, debido a que no puede desligarse de ésta por razones tan importantes como las económicas, los convencionalismos sociales, la familia, los hijos, etc, etc, etc.

Se sienten los Romeos y julietas modernos, amantes y víctimas, ocultando ese amor tan grande a los ojos del mundo cruel que impide que vivan ese noble sentimiento a la luz del día.

Tal vez en lugar de llamarse amor prohibido debería llamarse deshonestidad permitida, hacia las personas con las cuales tienen un compromiso, entre ellos y cada quien consigo mismo.

Cuando el amor es tal, se saltan todas las barreras, no importan los intereses económicos, sigue vigente aquello de que “contigo pan y cebolla”, menos aún importan las opiniones ajenas en un mundo donde las separaciones y los cambios de pareja son moneda corriente.

Los hijos, que son tan utilizados como excusa y acusados directamente de ser la causa que retiene a esa persona impidiéndole vivir el amor; jamás han sido ni son impedimento para que alguien forme otra pareja. Por algo hoy se estilan las familias formadas por “los tuyos los míos y los nuestros”.

Una vez que caen todas las excusas se ve claramente que no es amor ni es prohibido, porque nadie ni nada retiene a una persona con alguien que no quiere estar, ni hay nada que pueda impedir que se esté con la persona elegida.

jueves, 29 de marzo de 2012

El amor entre tres es peligroso: produce cuernos.

Megan García Badilla.

En el mundo hay miles de maravillosos sentimientos, entre ellos el amor de pareja. Para muchos estar enamorados es llegar a la cumbre emocional y compartir con esa persona que te complementa te llena de satisfacción y felicidad; la vida en pareja sin duda es sensacional pero, ¿qué tal cuando llega un tercero?

El psicólogo italiano, Walter Riso asegura que los hombres son más infieles que las mujeres ellos con un 65% y las chicas con un 50%, pero la realidad es que la distancia entre ambos es cada vez más corta.
En Costa Rica gracias a una investigación realizada por el Instituto Costarricense de Sexología dedujo que en el país dos terceras partes de las mujeres habían sido infieles y en el caso de los varones sobre pasaba de un 95 porciento.

En una discusión de quién es más infiel no se podría llegar a un punto en que todas las partes concuerden, pero sí habría un acuerdo en que la infidelidad es clavar un cuchillo en el corazón del otro. Dejar de ser infiel es sacar el cuchillo pero que la herida se cure es tan difícil como recuperar la confianza del ser amado. Una herida dura su tiempo sanando y un engaño también necesita de ese tiempo prolongado.

Pero ¿quién sale más dañado cuando “se montan los famosos cuernos”? La salida a la interrogante sería fácil, la víctima es la persona más lastimada, pero el Psicólogo Riso tiene una posición más dura.
Según él, por donde se mire y se abarque el tema los perjudicados son tres: la víctima del engaño que pasa por una gama de emociones destructivas: depresión, resentimiento, ira, hostilidad, ansiedad, decepción, venganza, frustración y una baja fulminante de autoestima.

El protagonista del engaño que sufre de culpa y arrepentimiento, tensión por ser descubierto pero también entra en juego la atracción por lo prohibido. Este subir y bajar de emociones mina su la estabilidad emocional.

Pero también está la tercera persona involucrada quien generalmente siempre espera ilusionados la separación de su ser amado, ellos (as) viven la angustia interminable de un amor inconcluso, llevando esa sensación de que faltan algo en sus corazones.

Antes de cometer una infidelidad debemos pensar las veces que sean necesarias si estamos capaces de transitar el oscuro camino de la incertidumbre.

“La infidelidad, aunque no se ve, se siente”

jueves, 15 de marzo de 2012

La chispa del amor se apaga

Sophya Chaves Alvarado 

Me atrevo a decir que Costa Rica es el país más bello del mundo, con personas alegres y trabajadoras, pero con un alto porcentaje de infidelidad entre ellas.

Según un estudio que reveló el periódico Al Día, solo tres de cada 250 hombres antes de los 40 años han sido leales a su pareja sentimental. Aquí no se trata de defender a hombres o mujeres, sino ver lo que sucede en el corazón de los costarricenses.

Mauro Fernández, famoso sexólogo de nuestro país, aseguró que un 85% de las mujeres han tenido un episodio de traición. La infidelidad en las mujeres se da por tres principales razones, primero por falta de ganas de tener relaciones sexuales con su pareja, en segundo lugar por problemas sentimentales y en menor grado a un deseo de venganza; reveló que la mayoría de de las infidelidades femeninas acaban con el matrimonio.

Fernández resaltó que el 25% de los hombres son adúlteros, porque su cónyuge no quiere estar con ellos y por eso buscan a otra mujer. La infidelidad del varón es de tipo sexual y muchos de ellos lo que dicen es “la que se casó es mi esposa”.

El experto explicó que siete de cada 10 mujeres engañan a su pareja, porque no se sienten amadas, deseadas y respetadas, un 12% traiciona con relaciones sexuales y un 6% por venganza.
Lo que más me sorprendió fueron las últimas cifras que reveló el sexólogo, cuando mencionó que las relaciones sexuales en la infidelidad son poco gratificantes, un 50% de los hombres no logran una erección y un 80% de las mujeres no la disfrutan.

Pero no todo es carnal. Cuando se empieza a pensar en otra persona que no es la pareja, a confiar más en ella, discutir esperanzas, sueños o temores, platicar de los problemas privados que deben mantenerse entre los cónyuges o dejar de lado el tiempo de calidad con su pareja para estar tiempo con la otra persona; también es un tipo de traición, llamada infidelidad emocional, que se refiere a una forma muy particular de ser infiel, que no implica intimidad física.

“Darle vuelta a la pareja” va mas allá de un beso o una relación sexual, también implica el corazón y los pensamientos. ¿Estará la confianza guardada en el baúl de los recuerdos?
Por eso ver a personas que están casadas hace 60 años o más, es de gran admiración. En el amor se sabe que no todo es fácil, pero para eso son dos
personas para salir adelante. Aquí cabe el dicho popular: “el que nada debe nada teme”.

“Corazón que no ve, es corazón que no siente, corazón que te miente”.